Nivel Secundario: Se bendijo la
remodelación de seis nuevas aulas preparadas para brindar una mejor calidad
educativa.
martes, 22 de mayo de 2012
domingo, 20 de mayo de 2012
Brigadier Leonardo Carmona
Foto: Brig. Leonardo Carmona ( Alférez en 1982) junto al Capitán Carballo y otros miembros de la escuadrilla. Río Gallegos. 1982 ( foto: gentileza Brig Carmona).
Debajo: Brig Leonardo Carmona ( Hall central Colegio del Carmen. 2012)
Debajo: Brig Leonardo Carmona ( Hall central Colegio del Carmen. 2012)
El
Brigadier Leonardo Carmona nació en el Departamento Tupungato de la provincia
de Mendoza el 11-03-1959
Escuela primaria: Domingo Lucas Bombal de la ciudad de
Tupungato.
Escuela secundaria: primer año en escuela Técnica Agraria N° 1
en la ciudad de Tunuyán, provincia de Mendoza, segundo año Leonardo Murialdo en
la ciudad de Mendoza y tercero a quinto año en la Escuela Secundaria Domingo
Faustino Sarmiento, egresando como Perito Mercantil en la ciudad de Tupungato.
Carrera militar hasta el 2 de abril de
1982:
1976:
CADETE Ingreso a la Escuela De Aviación Militar. Córdoba.
1979.
Cadete Escuela de Aviación. Egresó como Alférez. Curso de Aviador Militar:
Avión B-45 Mentor y Morane Sounier 760 Paris.
1980
Alférez IV Brigada Aérea Los Tamarindos, Mendoza. Curso de Estandarización para
Aviones de Combate-Avión MS-760 París.
1981:
V Brigada Aérea Villa Reynolds San Luis. Curso de Caza y Bombardeo Avión
Skyhawk A-4B. Piloto operativo de sistema.
1982:
Alférez. V Brigada Aérea Villa Reynolds, San Luis. PARTICIPACIÓN DEL CONFLICTO
POR ISLAS MALVINAS COMO NUMERAL 4 DE LA ESCUADRILLA CRUZ, ESCUADRÓN 1.
¿Cómo era el adiestramiento de los
pilotos, habitualmente? ¿Habían recibido entrenamiento en vuelos rasantes sobre
el mar?
El
Brigadier nos explica:
Es de hacer notar que el adiestramiento
comienza en la Escuela de Aviación Militar con aviones básicos donde se aprende
lo que es el vuelo en general y se obtiene la capacidad de operar (volar) un
avión en general. Esta capacidad no es muy distinta a la que alcanza un piloto
civil en un cualquier aeroclub del país.
Luego de obtener el brevet militar
(aviador militar), se comienza la especialización del vuelo militar: caza,
transporte y/o helicópteros. Cada especialidad posee un adiestramiento particular.
En mi caso yo opté por la de caza, para
lo cual fui destinado a la IV Brigada Aérea en Mendoza. En éste lugar fui
capacitado en las técnicas y tareas propias para el ataque a objetivos
militares ubicados sobre tierra, una serie de vuelos en donde el piloto recibe en
forma teórica y luego a través del instructor de vuelo su experiencia para
realizar las distintas maniobras tanto a ataques a superficie como las
correspondientes en el aire contra otra aeronave. Al finalizar nos convierte en
piloto de caza y bombardeo.
De acuerdo a los promedios obtenidos y
teniendo en cuenta que la Fuerza dispone de una cantidad limitada de aviones de
mayor capacidad, fui destinado a la V brigada Aérea donde durante el transcurso
de un año realicé el curso correspondiente para ser piloto operativo del avión Skyhawk A-4B. Recién con éste avión
podemos decir que un piloto está en condiciones de realizar tareas propias a
las militares. En mi caso particular yo, al 2 de Abril de 1982, había recién
obtenido ésta capacitación que me hacían unos de los pocos capacitados para entrar en
combate.
Con respecto al
adiestramiento sobre el mar, el mismo no era practicado, tarea ésta que le
corresponde a la Armada Argentina, sólo teníamos conocimientos básicos para
complementar a requerimiento de ésta Fuerza alguna tarea propia de ellos. Sin
embargo durante el mes de Abril, antes del comienzo de la guerra, realizamos
permanente prácticas para lograr ésta capacidad, la cual lo logramos
ampliamente.
¿Cuál era su destino el
2 de abril de 1982 y como se enteró de la recuperación de las islas?
Mi destino para esa fecha era el de la V
Brigada Aérea, siendo ya piloto operativo y cumpliendo el adiestramiento
habitual que debemos mantener para estar en condiciones para el momento de ser
requerido, lo que de hecho ocurrió y lo que nos llevó a estar en condiciones
para desempeñarnos de acuerdo a lo acontecido y que creo que es lo que
permitiera que la Fuerza Aérea tuviera un desempeño destacado y reconocido por
todo el mundo, incluido por los propios ingleses.
Nosotros
desconocíamos lo planificado por las autoridades de aquel momento. Nos
enteramos prácticamente como todos los argentinos, algo normal para ésta situación
tan particular. Los planes deben ser mantenidos en secreto y deben ser de
conocimiento de pocas personas para tener la ventaja inicial de la sorpresa.
¿Cuándo lo convocan
para ir a la guerra?
En éste punto quiero aclarar que para mi
situación de militar en actividad no existe convocatoria, de hecho mi tarea (trabajo)
es precisamente ser militar con mi especialidad, para que el Estado ante una
contingencia de éste tipo tenga los elementos humanos y materiales para
defenderse de agresiones y en general efectuar la defensa de nuestra nación. El
término convocatoria queda para aquellos civiles que ya habiendo tenido algún
tipo de formación militar (servicio militar) y ante la eventualidad de que las
Fuerzas necesiten personal para completar algún tipo de actividad (en la Fuerza
Aérea solamente son tareas administrativas, logísticas, de seguridad, no siendo
parte de las tripulaciones de aviones de combate), se los convocan para sumarse
a los cuadros permanentes de las Fuerzas Armadas.
¿En qué se basaron las
misiones de su escuadrón? ¿Cómo era la
actividad diaria?
La actividad de
nuestro escuadrón se basó fundamentalmente en recibir por parte de personal de
la Armada lo concerniente a los detalles del equipamiento naval que los
ingleses estaban en condiciones de operar. Al respecto se nos informó de las
defensas, aspectos vulnerables y capacidades propias de las fragatas (misiles,
radares, cañones, etc.), como así también las diferentes técnicas de ataques
más convenientes y se nos describió las probabilidades de éxito que teníamos de
acuerdo a nuestros medios. Al respecto, cabe aclarar que inicialmente se nos
informa la baja posibilidad de éxito (de 8 aviones, solo 2 podrían llegar con
éxito para realizar el ataque).
Durante el mes
de abril se efectuó el despliegue a la base de Río Gallegos, donde estaríamos
prácticamente durante todo el conflicto. En este lugar se efectuaron las
prácticas de ataque a objetivos navales, como así también planificar diferentes
misiones a nuestras islas Malvinas, efectuando vuelos de reconocimiento sobre
el mar y sobre las propias islas.
Nuestro escuadrón, que de acuerdo a las
características del avión que lo integraba (Skyhawk A-4B), hizo que tuviese la responsabilidad de atacar
a objetivos navales y terrestres teniendo el peso de los ataques aéreos durante
todo el conflicto, obteniendo la mayor cantidad de salidas en misiones de
guerra y obteniendo los mejores éxitos en cuanto a logros de hundimiento y
averías a fragatas y barcos de desembarco. Si bien existieron otros tipos de
aviones con características similares y que realizaron tareas de gran
significado para la guerra, nuestro escuadrón, por las características propias de
nuestro avión, era el que mejor se adaptaba y el que poseía un grupo humano
formidablemente adiestrado, donde el de mayor experiencia la ejercía, además de
sus conocimientos, con el ejemplo al estar al frente de las escuadrillas
guiándonos a nosotros los más jóvenes de la mejor forma. Ello, sumado a un
concepto de convencimiento de defensa de la patria hasta perder la vida,
producto de nuestra excelente formación en la Escuela de Aviación Militar,
basada en fundamentos católicos, concepto del significado patria, razón por lo
que integramos la Fuerza Aérea, posibilitando que para precisamente ante ésta
situación, estar preparados para ejercer la responsabilidad de defender lo
nuestro. Todo ello sumó para que fuéramos reconocidos por la misma Fuerza y hasta
el propio enemigo.
La actividad diaria que realizamos era el de estar en situación de “alerta”
para realizar salida de ataques a objetivos navales en la mayoría de los casos
y en otros a ataques a objetivos terrestres. Para ello estábamos conformados en
Escuadrillas de combate compuesta por 4 pilotos cumpliendo alerta por 2 horas.
Ello significaba que durante el tiempo en que cumplíamos esa alerta, la
escuadrilla que se encontraba en ésa situación era la que cumplía la tarea e
inmediatamente entraba la próxima. Así explicado parece simple, pero si
profundizamos vemos que ésta situación en algunos casos podría llevarnos a un desenlace fatal por
derribos o accidentes. Tengamos en cuenta que nuestro escuadrón estaba
compuesto por 20 pilotos perdiendo la vida 9 de ellos y uno solo que fue derribado y luego
recuperado.
La espera era tensa, los nervios
nos invadían, las noticias de cómo se desarrollaba la guerra no nos ayudaba, a
pesar que teníamos éxitos en varias de las misiones. Una vez que nos dirigíamos
a las máquinas, la propia tarea de realizar los diversos controles necesarios
para iniciar el vuelo aparentemente nos distendía, ya luego en vuelo el
realizar las maniobras para realizar la aproximación a los blancos nos hacía
como olvidar en donde y para que estábamos, para luego al llegar a las islas,
después de recorrer aproximadamente unos 800 kilómetros sobre el helado mar,
debíamos realizar el último esfuerzo y
el más determinante, en donde estaba en juego nuestra propia vida o la del
enemigo, para luego volver a recorrer
los 800 km. de regreso, sabiendo ya que nuestra única oportunidad de
supervivencia era no eyectarnos por fallas técnicas, teniendo en cuenta que
solo disponíamos de un solo motor y que para el caso de caer al mar, para el
que si bien disponíamos de trajes de anti exposición para el frío, sabíamos que
el tiempo de supervivencia estaba alrededor de 30 minutos, tiempo insuficiente
para ser rescatados por los elementos de rescate que disponíamos para tan basta
amplitud de distancia sobre el agua desde las islas al continente.
Esta operación, que tenía una
duración aproximada de 3 horas 30 minutos, nos dejaba completamente exhaustos
debido al estrés soportado durante todo éste período. Nuestra tarea terminaba
con una descripción de lo vivido y por supuesto observado, lo que se convertía
en información crucial para la toma de futuras decisiones de aquel personal que
tenía la responsabilidad de planificar las futuras misiones que luego
seguramente nosotros volveríamos a cumplir.
Todo lo detallado precedentemente se cumplió diariamente desde el 1 de
mayo y hasta finalizar las hostilidades. Todos estos días conformó el “bautismo de fuego de la Fuerza Aérea”,
teniendo en cuenta que nuestra Fuerza es la más joven de todas y ésta fue hasta
el día de hoy la primera vez que entró en combate.
¿Cuál fue su participación de conflicto?
En relación a mi participación en el
conflicto, realicé un total de 5 misiones de combate, llegando solamente a 2 de
ellas sobre el objetivo naval. Circunstancias técnicas y de planificación
propia de las misiones hicieron que las mismas no fueran concretadas. De todas
formas todas ellas significaban desde el momento en que eran ordenadas toda la
planificación, preparación personal y actividades de operación del avión, pues el
desenlace ocurría cuando en la mayoría de los casos estábamos en vuelo
(regresar a la base sin llegar al blanco).
Misión en el Estrecho de San Carlos
Sobre el Estrecho de San Carlos
despegamos 4 aviones integrantes todos de la “escuadrilla Cruz”, realizábamos a
mitad de camino reabastecimiento de combustible en vuelo, lo que nos permitía
disponer de mayor combustible para aproximar a una mayor distancia en vuelo
rasante, lo que en definitiva era la forma de evitar que los sistemas de
defensa de las fragatas no nos detectaran y como consecuencia no lanzaran los
misiles, que llegado el caso y ante esa situación no teníamos ningún tipo de
defensa, en algunos casos ni podíamos darnos cuenta de ésta situación,
provocándose los derribos sin posibilidades de defensa.
Por razones técnicas antes del
reabastecimiento el numeral 3 debió regresar a la base, continuando el resto
hacia las islas. Ya en situación de vuelo rasante a aproximadamente 100 MN
(algo menos de 200 Km) a las islas el numeral 2 detecta la falta de trasvase de
uno de sus tanques suplementarios, lo que no le permitía continuar con el vuelo
pues se quedaría sin combustible para regresar al continente. Solamente
quedamos 2, el Jefe de Escuadrilla y yo quien era el de menor experiencia.
La aproximación la hacíamos en vuelo
muy rasante, tan es así que los parabrisas se nos llenaban de sal y nos
dificultaba la visualización, de todas formas también sabíamos que era nuestra
única y mejor defensa para no ser detectados, es por ello que en varias ocasiones
el líder me decía que “no bajara más de línea de vuelo”, que de hecho ya era
bien baja.
Así las cosas visualizamos los
contornos de las islas, con una gran cantidad de nubes que la cubría pero que
de todas formas por nuestro nivel de vuelo podíamos incursionar por debajo de
ellas. Nos dirigimos a través de cañones siguiendo con el vuelo a baja altura
hasta llegar al inicio del Estrecho de San Carlos donde colocamos el rumbo
final y nos pegamos lo más que podíamos al mar. Sabíamos que nuestra sorpresa terminaba
a unos 2 minutos antes del blanco (aproximadamente unos 30 km) en donde los sistemas de defensa
tantos automáticos como manuales comenzaban a disparar sin contemplaciones,
nuestro vuelo en esta situación era a través de una lluvia de disparos de todas
las formas y colores hasta que llegábamos al blanco y lanzábamos las bombas.
Aquí era el momento más importante de la misión, tanto esfuerzo y preparación
para tener una sola oportunidad de apuntar y lanzar el armamento, el vuelo que
lo hacíamos en silencio de radio finalizaba para dar las últimas indicaciones y
por supuesto efectuábamos el grito de “Viva la Patria”. Yo como numeral 2
estaba atrás y a la izquierda del guía muy cerca, el numeral 1 en el momento de
lanzar las bombas ordena no realizar el ataque, orden demasiado tarde para mi
quien estaba casi en las mismas condiciones de lanzamiento que el 1 con lo cual
había ya apretado el disparador. La orden de cancelar fue dada por la
experiencia que había tenido mi Jefe de Escuadrilla el día 1 de mayo que sin
darse cuenta en las cercanías de Puerto Argentino atacó una embarcación propia
que no estaba informada en la ruta de vuelo que disponía, ésta al ser una
embarcación logística no se defendía con lo cual creyó que se trataba de algo
similar a lo ocurrido pues ésta embarcación era también de logística.
Mi bomba aparentemente por
información posterior a la guerra impactó atravesando el casco de la
embarcación, cayendo al mar dónde explota sin otras consecuencias, ésta
embarcación queda para nosotros como un objetivo averiado entre todos los
ataques que ocurrieron.
Mi Jefe de escuadrilla continúa el
vuelo y realiza su ataque a fragatas que se encontraba al finalizar al estrecho
con rumo este, yo luego del lanzamiento regreso a mi base y nos encontraríamos
luego en el grupo aéreo en un gran abrazo y festejo, pues ninguno de nosotros
sufrimos averías y podíamos reunirnos luego de la misión en casa, sanos y
salvos y con el deber cumplido.
Misión en Bahía Agradable
En lo relacionado al día 8 de junio
en Bahía Agradable, la misión comenzó en forma similar a todos los días, en
este caso salimos 8 aviones, es decir 2 escuadrillas, llegando al
reabastecimiento en vuelo solamente 5 aviones conformando a partir de ese
momento una sola escuadrilla, los otros por diferentes razones regresaron al
continente y entre ellos los de mayor experiencia los 2 jefes de escuadrilla.
Por lo cual, tomo la jefatura un piloto que había recién sido habilitado para
esta tarea, situación que no impedía de ninguna forma no tener la capacidad
para realizar la tarea, todos estábamos preparados para asumir
responsabilidades y poder cumplir con lo ordenado.
Hicimos la aproximación con los que
quedábamos por el sur de las islas, al mismo tiempo en forma simultánea
realizaba una aproximación otra escuadrilla por el norte de las islas, pero
ésta solamente simularía el ataque haciendo que los Harriers se desplazarán al
norte para interceptarlos. Nosotros que éramos los que verdaderamente íbamos a
realizar el ataque pudimos aproximar sin ser detectados, llegamos hasta lateral
sur de Puerto Argentino sin poder avistar ningún blanco, hasta que el numeral 5
observa los blancos a nuestra derecha, nos da instrucciones y el Jefe de
Escuadrilla nos ordena posicionarnos para atacar, girando hacia la derecha al
sur de Puerto Argentino. Una vez enfrentados quedo como numeral 2 y a unos 2
minutos de llegar a los blancos un misil tierra-aire es lanzado desde las islas
observando el fuego de los motores y cruzando aparentemente delante de mi posición
y por debajo gracias a Dios, sin consecuencias.
Los primeros 3 aviones atacarían el
Sir Galaham y los 2 restantes al Sir Tristan que se encontraba al sur del
primero a muy poca distancia, los dos de desembarco de tropas y ayuda
logística, para ellos fue una sorpresa y quedaron expuestos a nuestros ataques sin mayores defensas. Yo
como numeral 2 observé en primer plano el lanzamiento y explosión de las bombas
del guía, como así también el momento preciso de la explosión al nivel medio de
la embarcación y a la altura del nivel del agua, fue un impacto directo que
llevó a que los ingleses tuvieran el día más negro de la flota, con bajas
materiales y humanas, por ellos reconocido oficialmente.
Mis bombas por problemas técnicos no
salieron y solamente pude disparar cañones de 20 mm que impactaron en la sala
de cafetería donde se encontraban los soldados ingleses en espera de ser
trasladados a las islas, mientras la del numeral 3 no impactaron pasando por
arriba de la embarcación y explotando en los márgenes de las islas donde se
realizaba el desembarco de los ingleses, ocasionando varias bajas personales.
Los otros 2 aviones se dirigieron a la otra embarcación impactando sus bombas y
ocasionando también la destrucción del navío, al que luego otras escuadrillas
completarían el ataque obteniendo un resultado totalmente favorable a nuestras
Fuerzas, ya casi en el epílogo de la contienda.
El regreso era cada uno por su propia
cuenta sin esperar a ninguna aeronave, todos habíamos resultado ilesos y sin
problemas técnicos, a excepción de mi avión, que además de volverme con las
bombas no lanzadas, lo que ocasionaba que la velocidad fuese sensiblemente
inferior al resto y ser sobrepasado por todos los aviones, se presenta la situación
que de unos de los instrumentos más importantes, el que posee todas las indicaciones
del motor se desprenda quedando sin ninguna indicación, solamente volaba
controlando con mi oído el ruido que hacía el motor. Mi decisión en ese momento
era volver a las islas, esperar que se consuma el combustible y eyectarme o
continuar al continente sin indicación, atravesando los 800 km de agua, esperando
que el motor no dejara de funcionar y al que no podría efectuar ningún tipo de
corrección ya que no tenía indicación alguna.
Entre 10 a 15 minutos posterior al
resto pude llegar sin inconvenientes al aterrizaje. Antes de que tocara pista
una nueva escuadrilla despegaba con la misma tarea que nosotros habíamos
realizado, en una especie de remate de nuestra primera incursión, pero ya las
circunstancias eran distintas a las nuestras, las defensa ahora estaban
alertadas, los Harriers realizaban su patrulla aérea en el sur sobre los
lugares posibles de incursión de nuestros aviones, es decir, la sorpresa ya no
existía, además era lógico esta defensa pues debían recuperar al personal
recientemente atacado; resultado de ello, podemos decir, un error de
planificación y de decisión de la Fuerza, fue el derribo de 3 de los 4 pilotos
regresando con vida solamente el numeral 3.
¿Qué hechos relevantes desea destacar en relación a sus compañeros y
personal de la base?
Quiero destacar, en relación al
grupo de camaradas con el cual compartí aquellos difíciles momentos, que
marcaron para nuestra Fuerza Aérea un hecho histórico pues fue nuestro Bautismo
de Fuego, la relación que se estableció, en donde siempre cada uno sumó sus
conocimientos profesionales, sin tener en cuenta sus jerarquías, las que sin
duda siempre fueron respetadas de acuerdo a nuestra estructura como Fuerza
Armada, pero todos en su medida aportamos para que el éxito de la misión se
concretara. Un hecho el cual no podemos de dejar de mencionar, es que ese
accionar fue la de un verdadero equipo, no solamente estaba constituido por los
pilotos sino que también estaban comprendidos los ingenieros y mecánicos que
eran los artífices del esfuerzo, que significaba el recuperar los aviones luego
del combate, de tal forma de tenerlos disponibles al inicio del próximo día.
Lo mencionado, fue la base de lo que
para nosotros fue lograr ganar la batalla aérea, en donde actuamos como un
verdadero equipo y todos en defensa de nuestra querida patria, sin vacilaciones
y con el convencimiento de lo que significaba para todos.
¿Cómo continuó su carrera militar con posterioridad al conflicto?
Mi carrera posterior a la guerra
la puedo resumir en el siguiente detalle:
1983-86: v Brigada Aérea Villa
Reynolds, San Luis. Jefe de Sección Skyhawk A-4B. Jefe de Escuadrilla e
Instructor de Vuelo Avión Skyhawk A-4B/C. Comandante Avión IA-50 Guaraní.
1987-88: Primer Teniente: IV Brigada
Aérea Los Tamarindos, Mendoza. Instructor de Vuelo. Curso de Estandarización
para aviadores de combate. Avión Morane Sounier-760 Paris. Jefe de Escuadrilla.
1988-1993: Capitán: IV Brigada Aerea
Los Tamarindos, Mendoza. Instructor de vuelo. Curso de estandarización para
aviadores de combate. Avión IA-63 PAMPA. Jefe de Escuadrilla.
1994-95. Capitán. Escuela Superior de
Guerra Aérea. Edificio Cóndor. Curso Oficial de Estado Mayor.
1996-99: Mayor. IV Brigada Aérea Los
Tamarindos Mendoza. Instructor de vuelo. Avión CESSNA-182. Jefe de Escuadrón.
Curso de Estandarización para aviadores de combate AI-63 PAMPA.
2000-2004: Vicecomodoro: Comando de
Operaciones Aéreas. Edificio Cóndor Buenos Aires. Departamento de planes y
programas.
2005-2007: Comodoro. República de
Ecuador. Agregado Aéreo Adjunto a la Embajada Argentina.
2007-2009: Comodoro. Dirección
General de Personal Edificio Cóndor Buenos Aires. Jefe del Departamento
Administración Personal Militar.
2010: Comodoro: V Brigada Aérea Vila
Reynolds, San Luis. Jefe de Brigada.
2011. Brigadier. Dirección Gral de
Personal y Bienestar. Edificio Cóndor. Bs As.
Subdirector general.
Asimismo recibí por parte del Estado Argentino las siguientes
condecoraciones:
CONDECORACIÓN
|
INSTITUCIÓN
|
AÑO
|
El Honorable Congreso de
|
Congreso de la Nación
|
1991
|
Medalla de
|
Presidente de la Nación
|
1993
|
¿Qué mensaje quisiera expresarle a todos los lectores y a las nuevas
generaciones?
Para finalizar quiero expresar mi
permanente orgullo de pertenecer a la Fuerza Aérea, unos de los pilares que
tiene nuestra nación para defender nuestros derechos de cualquier agresión externa.
Asimismo, el orgullo de haber sido
uno más de los que tuvo el honor de luchar por nuestras islas Malvinas, un
objetivo irrenunciable. Las nuevas generaciones debieran continuar con éste
objetivo, no olvidando el esfuerzo y la entrega de miles de ciudadanos
argentinos que estuvieron dispuestos a cualquier costa defender nuestra
soberanía y sobre todo, el no olvidar a aquellos que no volvieron y entregaron
sus vidas en pos de defender lo nuestro.
Los
que no tienen éste sentimiento, tratando de minimizar los hechos heroicos con
el olvido, la falta del sentido patriótico, la falta de interés en ésta causa,
como así también desconocer esto que es ya parte de nuestra reciente historia,
en la que todavía tenemos la suerte de
poder escuchar el relato de los que participaron o finalmente, tratando de
desprestigiar éstos hechos heroicos anteponiendo el argumento de intereses
políticos de la época, sin diferenciar ni valorar a aquellos que solamente lo
hicieron por su propio convencimiento, es dar una oportunidad más a aquellos
que desean que nuestra querida nación no sea grande y respetada por todos.
El
olvidar y no saber valorar nuestra propia historia, es estar destinado al
fracaso.
Brigadier
Leonardo Carmona
Ex Combatiente Guerra de Malvinas
Piloto Avión Skyhawk A-4B/C
Ex Combatiente Guerra de Malvinas
Piloto Avión Skyhawk A-4B/C
Quiero
agradecer profundamente al Brigadier Leonardo Carmona, la realización de esta
entrevista, que constituye una genuina fuente de información para trabajar en el aula
nuestra reciente historia.
Nuestros
pilotos han dejado un legado rico en valores, habiendo logrado la admiración de
todos los que fuimos testigos de esta guerra e incluso del propio enemigo, por
la magnanimidad de los actos realizados en su
bautismo de fuego.
A todos los
“ Halcones de la Fuerza Aérea Argentina” a los que no regresaron y a los que
están entre nosotros, deseo expresarles mi PROFUNDA GRATITUD POR TANTA ENTREGA DE AMOR A ESTE MARAVILLOSO PAÍS Y HACERNOS SENTIR “ORGULLOSOS
DE SER ARGENTINOS”. SIEMPRE LOS RECORDAREMOS, COMO GRANDES PATRIOTAS DE NUESTRA
HISTORIA.
Prof. Edith
Fernández
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